"¿Qué vas a regalar esta Navidad?". Es la pregunta de toda la vida, pero este año quizás es más difícil de responder. Quien más y quien menos comienza a rascarse el bolsillo para no dejar sin obsequios a sus seres queridos, sobre todo y de forma especial a los más pequeños.
Debido a que la vida de la mayoría de las personas no es igual este año que el anterior, quizás la Navidad también deba plantearse de forma distinta.
Quizás también nos suene a tópico aquello de que los mejores regalos no cuestan dinero, nos suena tanto que quizás ya no tiene efecto sobre nosotros. Pero la situación actual quizás ha llegado para ayudarnos a despertar la parte más humana, ya que por las buenas nos estaba costando mucho.
Este año en muchas casas no habrá grandes cenas, no habrá regalos caros, quizás no haya ni siquiera canciones o una sonrisa. ¿Qué es de todo esto lo que más te preocupa que no falte en tu casa?
A veces, sólo ante la escasez nos damos cuenta de lo que de verdad importa. Y esta Navidad no será para llenar la panza, ni para presumir de regalos, pero quizás pueda ser la mejor Navidad de nuestras vidas. Quizás no podemos comprar todas esas cosas que otros años eran imprescindibles, algunas personas ni siquiera podrán comer el turrón en su casa, pero las sonrisas, el cariño, las conversaciones, el compartir... eso no nos lo puede quitar nadie. ¿Qué os parece regalar algo de eso? Algo de paz, una cajita de besos, un regalito hecho con nuestras manos, un abrazo... Quizás no es lo más original, ¿o quizás si?... A ver que se te ocurre.
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