Es habitual ver gente infeliz con su vida cotidiana, ya sea por un mal día en el trabajo, por un horario desmesurado, por tener que madrugar, o por el estrés de la vida moderna. No solemos buscar la raíz del problema. Hoy en día no importa mucho tener una ocupación en el que seamos felices, sino que lo que verdaderamente interesa es gozar de un buen sueldo, debido a que habitualmente esto suele ser la motivación de las personas. Pocas veces solemos escuchar a nuestra alma, y sentir lo que esta quiere SER, sino que es habitual pensar con el EGO, teniendo en cuenta que la motivación del individuo es TENER MÁS, es decir, un buen sueldo para poder comprar un coche, una casa…etc.
Cada uno debería hacer lo que el alma le pide SER, ya que si esto ocurre en el mundo aumentaría el buen ambiente, la paz, el amor. Vemos ingenieros a los que realmente su alma les pide es ser carpinteros, y debido a eso suelen ser infelices en su existencia, a pesar de poseer las cosas materiales que deseen.
La mayoría de las veces no hacemos lo que nos apetece debido a unos límites que nos imponen, o más bien, son impuestos por nosotros mismos, ya sea por miedo, o por temor de no ser capaz.
Ahora es un buen momento para reflexionar, escuchar a nuestra alma, y elegir nuestro camino. No permitas que nadie te imponga lo que debes de hacer, y si alguien te manifiesta que no puedes conseguirlo, es probable que te tenga envidia. Desde luego el límite por el cual no realizamos nuestros sueños está impuesto por nosotros.
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